lunes, 9 de julio de 2007

cada árbol del camino

Hay dias que esta ola de calor
es insignificante
frente a mi carcel de carreteras,
gigantescos tiralineas
mancharon los campos amarillos.
Y frente al desvelo
de este horario incontrolado
me quedo sola
como sola se queda Fonseca,
asombrada como un turista
frente a la helmántica puerta del saber.

Que no hay cartel indicador
para llegar al sueño
que la única flecha que me muestra la felicidad
es la que atraviesa un corazón
con nuestros nombres grabados
en cada árbol del camino

Hay dias que soy un girasol despistado
que mira hacia otro lado
y me caigo en las cunetas
como valles interminables.
Y frente a la vigilia
de esta vida incontrolada
me quedo triste
como se queda una noche de tormenta
asombrada como un turista
frente al recortado toro de Osborne

Que no hay cartel indicador
para llegar al sueño
que la única flecha que me muestra la felicidad
es la que atraviesa un corazón
con nuestros nombres grabados
en cada árbol del camino.

Y al llegar a casa apagao las farolas
para dormir en el recuerdo
de la frescura que se respira en los puentes
mientras me anestesia
el inacabable ascensor de tu casa.

en las carreteras de Salamanca y Avila2002

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bonito, me ha encantado lo del olor al pasar por los puentes